Profesionalidad, empatía y dominio de lo que necesita un opositor para superar el proceso de oposición serían las características con las que definiría a Ana como preparadora de oposiciones. Si bien, no sería justa si no alabase el entusiasmo con el que hace que luches por una plaza. Sabe perfectamente incentivarte para que lo logres, pero siempre insistiendo en el esfuerzo. Me decía: “debes de ir tan preparada que ni el azar pueda quitarte tu sueño”.
Ofrece un tratamiento individualizado a cada opositor, se adapta a cada uno de los miembros de esa pequeña familia que se forma en sus grupos. Desconozco cómo lo consigue, pero evita la rivalidad entre los opositores y, no solo eso, sino que logra que nos ayudemos, nos protejamos y no nos desvinculemos nunca de esos amigos con los que hemos luchado y logrado nuestra meta.
Antes de empezar con ella mi preparación, llevaba en mi mochila oposiciones aprobadas sin plaza. Estaba totalmente desanimada y cansada, pero Ana (con esa luz de los sabios) supo orientarme y reconfortarme. Aprendí que, en ocasiones, el camino tiene piedras que entorpecen la llegada. Con su ayuda logré mi meta en 2021.